Celso Piña, el perfecto impostor y la caída del acordeonero regio El fanatismo que sentía por Celso Piña se destruyó en el momento en que escuché la canción "Cállate Corazón", que aparece en su disco Mundo Colombia del 2002. Una charla entre acordeones virtuales Descubrí a Celso Piña en un momento de gran tensión: la vida de mi madre estaba en riesgo y atravesaba una recuperación cuyo éxito era incierto, por lo que su música fue un refugio durante esa época oscura de mi adolescencia. Su disco Barrio Bravo fue una motivación para aprender a tocar el acordeón usando una tablet en una austera aplicación; no como ahora, que existen aplicaciones más elaboradas como "Mezquite", con tutoriales incluidos. En ese entonces no había nada: solo mis ganas de aprender usando mis oídos y mis dedos torpes. Después de haber devorado la mayoría de sus discos principales y haber tenido mi primer acordeón, un Hohner Compadre en Fa (que no se escuchaba como lo que estaba acost...